¿Socialismo o muerte?

Fidel puso mal el cartel en La Habana, el cartel bananero que entre palmeras y edificios en ruinas anunciaba y sigue anunciando el dilema apocalíptico "Socialismo o muerte". Una de dos. Usted elige el camino que quiere seguir en la vida; el destino está en sus manos. ¿Quiere socialismo? ¿O quiere muerte?

Pero no hace falta ir al diccionario ni a la historia para ver que ambos concetos son sinónimos. Socialismo y muerte nunca bailan solos. Van de la mano hasta el último peldaño de la escalera de la historia. (Antes de entrar en la sala del Juicio.) Sólo hay que acudir a Pepiño para comprobar lo sinónimos que los concetos son; Pepiño, tirando de noticia apocalíptica para hacerle la defensa de última hora a Rajoy ante el supuesto huracán Esperanza, recién salida de los monzones. Pepiño sueña con guillotinar al rival. Eso sí sería historia de la buena.

Y sólo hace falta ir al Congreso para ver otro ejemplo de socialismo y muerte; el Congreso, las Cortes Prostituyentes donde se cuece la nueva ley del aborto. Donde las feminazis se entrenan para superar su propio listón criminal. A por el récord del mundo. En paro, aborto... ¿y que más?