jueves, 11 de marzo de 2010


Entre dos ocasos



Las bombas de marzo alumbraron a un Presidente que ha acabado por cegarnos a todos con un inmenso apagón económico. Y en medio de las dos oscuridades, entre el 11-M y la ruina económica actual, tenemos la flor de un día socialista que ya va durando seis años... Como quien no quiere la cosa. Seis años ante los cuales da pereza volver a hacer el inventario de ruindades.
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Hace seis años que empezó todo. El 11-M fue el pecado original de los que no creen en el pecado original. No creen en él, pero bien que lo tienen. Y lo ocultan detrás de una espesa cortina de medios de prensa empedernidos, fuleros, insistentes en la mentira. Medios incansables en tapar un agujero negro que se les escapa de las manos... Sus manos no llegan a cubrir la dimensión del naufragio de los trenes.

Se cumple el sexto aniversario del golpe y sólo sabemos que no fue "ni Al-Qaeda ni E.T.A, sino un golpe de Estado interno o con inspiración exterior".

Los golpistas cabalgan, pues, a lomos del poder ya conquistado. Y no se limitan a su uso y disfrute, sino que se abren paso para oscurecernos las consciencias.


Javier firma el poema que sigue:

Dios mío qué solos,
qué tristes,
qué fríos,
qué tiesos,
se quedan los muertos
mientras que nosotros
vamos en silencio
a ponerles flores
a los cementerios.

Hoy, once de marzo,
día para España
de fatal recuerdo,
después de seis años
seguimos pidiendo,
-los que no olvidamos-,
que los responsables
de estudiar los hechos
nos revelen pronto
el quid del misterio.

3 comentarios:

Javier dijo...

Persio: Ya me extrañaba a mí que te hubieses olvidado del 11-M. Dejo este poema aquí, al igual que lo dejé con anterioridad en el Blog de Draco (ZP-192, el MeZquino) y otros, porque creo que viene a cuento:

Dios mío qué solos,
qué tristes,
qué fríos,
qué tiesos,
se quedan los muertos
mientras que nosotros
vamos en silencio
a ponerles flores
a los cementerios.

Hoy, once de marzo,
día para España
de fatal recuerdo,
después de seis años
seguimos pidiendo,
-los que no olvidamos-,
que los responsables
de estudiar los hechos
nos revelen pronto
el quid del misterio.

Creo que, mientras no se aclaren del todo los hechos, las banderas de todos los ayuntamientos deberían permanecer a media asta, el día 11-M de cada año.
La paz sea con ellos y qué la justicia cumpla con su deber investigando hasta el fondo.

Caballero ZP dijo...

Sin duda un día triste para la mayoría de españoles, me imagino que para los que ocultan algo es un día para olvidar.
Saludos

Persio dijo...

Imposible olvidarse, Javier.

Gracias por tu poesía.