martes, 9 de febrero de 2010


La ministra Salgado al asalto de la city



La bella Elena acude a la malvada ciudad de los especuladores... Vicio y corrupción le esperan a la nacida de un huevo de cisne... Perdón, que me he confundido de Elena, ésta no es de Troya sino de Orense... Pues bien, Elena de Orense llega a la City para darle un aclarado internacional a los mugrientos números económicos de Zapatero. A ver, dónde está el Támesis, que tengo unos trapos sucios que lavar en público... Así que la Salgado coge del brazo a su secretario de Estado, José Manuel Campa, Manolo, vamos pal pueblo, y se marchan al río, ignorantes y felices; y luego a la feria, a montar en la noria gigante, el london eye, donde dicen que se ve un panorama espléndido de los operadores internacionales, los que manejan el engranaje financiero global.

--Manolo, cómprame un globo...

En Trafalgar Square informan a la ministra de una batalla naval... Y del principal de sus capitanes, Horatio Nelson, quien, victorioso y muerto, fue sumergido en un barril de brandy para que su cuerpo se mantuviera fresco hasta llegar a Londres.

--Mira, nosotros también traemos a un presidente amojamado...

Salgado y Campa... campan a sus anchas por la ribera del Támesis, camino de Cambridge, seguidores de las doctrinas económicas de un señor llamado Keynes, quien se hizo millonario en los felices 20 especulando contra el decrépito marco alemán. O sea, que su principal maestro económico, ¿no era más que un vulgar especulador...? Como los que ahora especulan contra la parte obesa y sobrante del euro, esa grasa porcina propia de los PIGS: portugales, grecias, españas.

3 comentarios:

Eduardo de la Fuente dijo...

Ja ja ja, muy bueno lo de Nelson y el presidente amojamado.

Te enlazo el post.

Un saludo

Carmen dijo...

Y yo lo cuelgo en FB.

Persio dijo...

Gracias Eduardo, Carmen, me alegro de que os guste.

Un saludo