martes, 2 de febrero de 2010


Cataluña o el doblaje de la butifarra



En Cataluña hay un nacionalismo pluriempleado que lo abarca todo: desde la tauromaquia a la cinematografía. Y el nacionalismo en cinemascope no quiere pantallas que transparenten la realidad de la calle. De eso nada: ocultamiento y realidad virtual. Gafas en tres dimensiones para ver la realidad cuatribarrada del tripartito y del triplete... Se aspira a la creación de una escudería de titiriteros con barretina. De momento, los incipientes actores de doblaje pueden ir valiendo... Aunque sólo se les oiga y no se les vea, no importa. Joel Joan y compañía ya irán saliendo a la luz, sucesivamente.

De momento:

Montilla films presenta su primera película. ¡Gran estreno...! ¡El retorcimiento lingüístico del Govern llega a las pantallas de todos los cines...! Una película sobre la lengua española... (No es por contar el final, pero muere estrangulada...) Una película sobre lenguas vernáculas reverdecidas a golpe de billete verde. Se incluyen escenas del baile de la sardina, o de la sardana, así como imágenes inéditas de la borrachera de Laporta, al salir de la disco, en plena calle, donde los efluvios etílicos fueron devueltos.

La secuencia:

DUEÑO DEL LOCAL: ¡Laporta, paga las copas que te has tomado...!

JOAN LAPORTA: No me he tomado ninguna, yo no bebo...

D. L: ¡Que las pagues...!

J. L: ¡Que no las pago...! ¡Si quieres, te las devuelvo...!

Y las devolvió sobre el asfalto...

Concluida la escena del film, el público trasciende a la calle. (Es un público engreído y trascendental...) Caminan por una avenida de árboles cuatribarrados, rojos, amarillos. Van por una calle que se llama Botifler Street.

--Eso de street habrá que ir cambiándolo... Hay que doblarlo a la lengua vernácula.

--Oiga, si seguimos por ese camino, también habrá que doblar la butifarra al catalán...

--¿Eso cómo se come?

12 comentarios:

Javier dijo...

¡Caray, Persio!: ¡qué forma de escribir!, describes la escena perfectamente.
Estos se deben creer que nos caímos de un guindo. Hablando de guindos, lo mismo traducen tu libro al catalán y lo llevan al cine. ;)

Un abrazo.

Persio dijo...

Gracias, Javier. Me alegro de que te guste.

Un abrazo

Pedrulo Maturulo dijo...

Muy bueno el post, por cierto hoy en la vanguardia digital, ni ecos...
Saludos.

dandy, un tipo elegante, educado e inteligente dijo...

DEBE USTED CREERSE MUY LISTO Y MUY OCURRENTE, ¿VERDAD, PERSIO?

PUES NO LO ES. ES MÁS, ES USTED UN PESIMO COMENTARISTA DE LA REALIDAD
CATALANA.
EL ARTICULO QUE PRESIDE ESTE BLOG ES UN ADEFESIO, MALPARIDO Y CON MUY MALA LECHE.
QUIEN SE LO QUIERA CREER, QUE SE LO CREA.
Y POR DESCONTADO, NO LO PUBLICARÁ
A MI NO ME DÉ LAS GRACIAS. NO SE MERECEN.

Claudedeu dijo...

La lengua vernícula se come en base a impuestos revolucionarios y a quiebra capital. Quien podría quebrar eran los políticos catalanes. ¿Traducirán sus caras al catalán o son lengua propia, algo como lo que se habla en Avatar, lengua de elfos?

Anónimo dijo...

No se que os causa tanto miedo que los Catalanes usemos nuestra propia lengua nacional (si as leído bien nacional de nación), cuando a los habitantes fuera de Cataluña ni os va ni os viene.
Y te lo dice un Catalán amante del cine que rehuye el doblaje, tanto español como catalán, pero uno sabe respetar los gustos y demandas de los demás ; )

Javier dijo...

Es historia fidedigna: "La Diputación permanente o Generalidad de Cataluña, tenía el encargo de velar por el cumplimiento y la observancia de todos los acuerdos adoptados por las cortes... Componíase de tres Diputaciones y tres oídores de cuentas".

Hoy, por desgracia para Cataluña y España, no hay Diputaciones, ni cortes (excepto de manga), ni oídores, ni gaitas (la gaita es propia de otros lugares). Hoy sólo hay Carod, ese Carod que ha adoptado la figura de Conde de Barcelona, o Principe, descendiente por línea directa de Wifredo el Velloso.

Un abrazo y... ¡anda y qué les dean!, como dirían en mi pueblo.

Persio dijo...

# Gracias, Pedrulo. La Vanguardia no se hace eco por si le obligan a doblar todo el periódico al catalán.

# "dandy" con boina: yo no me creo nada. Usted, autocalificado de "elegante, educado e inteligente" parece la modestia personificada.

# Claudedeu, si Montilla traduce su cara al catalán le sale ...

# Anónimo con patas: usa la lengua que quieras, pero no obligues a los demás a usarla en la escuela, contra la voluntad sometida de sus padres, ni te beneficies los impuestos del personal para sostener una lengua muerta.

Gazulin dijo...

Algún día todo esto explotará, la imposición no se mantiene, aunque esto a los nacionalistas les importa bien poco, han conseguido que Cataluña pierda el esplendor y la riqueza que tenia.

Saludos...

Anónimo dijo...

Si tu mismo dices que esta muerta, no se que problema hay en intentar reavivarla, o es que asusta la culturización? Y si alguien no quiere aprender la cultura donde vive creo que no debe vivir donde vive... Es como si vas a un restaurante vegetariano y montas el cristo porque no sirven filetes, pues o te aguantas y comes una ensalada o te vas RESPETANDO las culturas de los demás a un restaurante carnívoro. Aun así,doy fe que por suerte existe gente que no entiende el catalán habla castellano y no tiene ningún problema por vivir aquí. Así que si no saben de lo que hablan mejor no opinen.

; )


Anónimo con patas.

Persio dijo...

En Cataluña hay más gente que habla español que catalán, así que no me vale el ejemplo del restaurante vegetariano. La carne no es ajena en Cataluña.

Por otro lado, gastar dinero de los contribuyentes en sostener una lengua me parece inútil. Las lenguas las hacen los hablantes. Y ningún negocio, por lingüístico que sea, puede sostenerse a base de subvenciones.

Finalmente, es inmoral gastar el dinero de todos (los contribuyentes) para beneficiar a unos cuantos. Que esos cuantos se gasten su dinero en promocionar su lengua, que la hablen, etc. Pero que no obliguen a los demás a hablarla (en los patios de los colegios, en los organismos públicos) ni a pagarla.

Draco dijo...

Me parece que un país donde te obligan a ser solo vegetariano (o solo carnívoro) no es un buen país para los amantes de la cocina.