jueves, 18 de octubre de 2007
Fábula del estado benefactor
Recibo un correo con la versión española de la fábula de la cigarra y la hormiga. El final es ligeramente distinto del que nos han contado.
Versión original:
La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno. La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando. Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta hasta la primavera. La cigarra tiritando, sin comida y sin cobijo, muere de frío.
FIN
Sin embargo, en la versión española, la cigarra no muere de frío, sino que:
Tiritando, organiza una rueda de prensa en la que se pregunta por qué la hormiga tiene derecho a vivienda y comida cuando quiere, cuando hay otros, con menos suerte que ella, que tienen frío y hambre. La televisión organiza un programa en vivo en el que la cigarra sale pasando frío y calamidades y a la vez muestran extractos del video de la hormiga bien calentita en su casa y con la mesa llena de comida.
Los españoles se sorprenden de que en un país tan moderno como el suyo dejen sufrir a la pobre cigarra mientras que otros viven en la abundancia. Las asociaciones contra la pobreza se manifiestan delante de la casa de la hormiga. Los periodistas escriben una serie de artículos en los que cuestionan cómo la hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra e instan al gobierno a que aumente los impuestos de la hormiga.
Respondiendo a las encuestas de opinión, el gobierno elabora una ley sobre la igualdad económica y una ley antidiscriminación con carácter retroactivo. Los impuestos de la hormiga han aumentado y además le llega una multa porque no contrató a la cigarra como ayudante en verano.
Las autoridades embargan la casa de la hormiga, ya que ésta no tiene suficiente dinero para pagar la multa y los impuestos.
La hormiga se va de España y se instala con éxito en Suiza. La televisión hace un reportaje donde sale la cigarra con sobrepeso, ya que se ha comido casi todo lo que había mucho antes de que llegue la primavera... La antigua casa de la hormiga se convierte en albergue social para cigarras y se deteriora al no hacer su inquilino nada para mantenerla en buen estado. Al gobierno se le reprocha no poner los medios necesarios.
Una comisión de investigación, que costará 10 millones de Euros, se pone en marcha.
Entretanto la cigarra muere de una sobredosis.
La Ser y TVE comentan el fracaso del gobierno para intentar corregir el problema de las desigualdades sociales.
La casa es ocupada por una banda de arañas inmigrantes.
El gobierno se felicita por la diversidad cultural de España.
FIN
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10 comentarios:
La realidad pura y dura de la sociedad (no solo los políticos y periodistas) en que nos ha tocado vivir
Fabulosa fábula de realismo incuestionable. Genial.
Jajaja, muy buena está versión de la Fábula de La Hormiga y la Cigala, lamentablemente, refleja de manera mucho más fiel, nuestra realidad social...
Los que se parten el lomo trabajando para poder disfrutar de una vida placentera, tranquila y cómoda en un futuro, son tachados de poco menos que fachas, capitalistas, explotadores...mientras que se fomenta, la ley del mínimo esfuerzo, mantenemos a los vagos, que no dan un palo al agua, y todo como consecuencia de un mal entendido "Estado Social".
Saludos
Versión irónica de la vieja fábula.
Con sobredosis de imaginación y realidad.
Saludos.
Verdades como puños Persio
Desde luego que es una fábula que si Calleja viviese hoy en día la habría contado así-creo que esta era de Calleja...-
Saludos.
pacobetis, natalia pastor: En esas estamos. La fábula 2 convertida en realidad.
decentes: A los que se parten el lomo trabajando les parten la cara.
blumun: Más realidad que imaginación, desgraciadamente.
juan: como los puños de vuestra foto ;)
butzer: ¿No era de Esopo?
Saludosss
Este es uno de esos momentos en los que no se si reir o llorar.
El cuento tiene gracia pero la realidad que representa...
Mejor reir. (También consuela.)
Necia e insensata adaptación; no viene a cuento.
Esto es ocurrencia de personas que se ven amenazadas y se sienten poco competitivas frente a la globalización y a la tendencia del libre mercado. Ignorantes y frustrados; hay que adaptarse, prepararse y aceptar que la tierra gira alrededor del sol.
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