El Gran Hermano Chino une la más rabiosa tecnología actual con el control comunista de siempre: Van a instalarse cámaras de seguridad en Shenzhen (una ciudad de 12 millones de habitantes, al sur del país) capaces de reconocer los rostros de los viandantes. Asimismo, se repartirán tarjetas de residencia con un chip incorporado…
…de esta forma se identificará a todos los vecinos del barrio de forma meticulosa. Además del nombre, apellidos y dirección, el chip incluye información sobre el lugar de trabajo, los estudios que el individuo ha recibido, religión, etnia, el seguro médico... incluso el gobierno chino está estudiando la posibilidad de que el chip contenga datos bancarios del residente.
Se luchará contra la delincuencia, sí, pero lo chinos llevarán un chip como si fueran perritos. Y se controlará estrictamente la movilidad de la población.
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