Entre Alonsos y Feijós, el vaciamiento ideólogico del PP está alcanzando una altura mística. Y lo que te rondaré, morena.
Mientras, Rajoy, del dedazo a la doble derrota electoral, no suelta el fracasado sillón de mando. Si no convoca unas elecciones primarias, consolidará un golpe de estado interno, dando la espalda a sus millones de votantes cautivos, negándoles la voz, aupado únicamente por tanto compromisario ademocrático, burocratizado y perdedor.
2 comentarios:
Nunca un perdedor que se encontró con el partido perfectamente estructurado llegó tan lejos. El dedo de Aznar se ha corrompido.
Se impone el cambio de dedo.
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