martes, 20 de mayo de 2008


El toque Aznar

Sin la elocuencia ocasional de Rajoy, sin el pensamiento frígido de Gallardón, sin las no-resignaciones de DesEsperanza, incluso sin su propio y antiguo bigote, Aznar marcó con claridad y firmeza la estrategia a los enanos políticos que se hacen fuertes en Génova. A los que pretenden secuestrar un partido con todos los votos dentro e iniciar el viaje a la supuesta moderación política.

Rajoy está muerto y puede que no lo sepa; hasta Aznar parece más joven, si es que no lo es. Perteneciendo al pasado, podría volver a ser el futuro si quisiera. Sólo necesitaría un pequeño toque de dedo índice.

Por otro lado, hasta DesEsperanza, la candidata primera, desde la pequeña Bulgaria que preside, ha empezado a hablar del sufragio directo de todos los militantes para elegir al líder del PP. Le falló el golpe mediático, post 9-M, y ahora se acoge a los principios democráticos, que son los principios de los que tenía que haber hablado desde el principio.

2 comentarios:

GFO dijo...

La verdadera enfermedad del PP es no ver que su problema no es ideológico, sino que es un problema directamente relacionado con la incapacidad que demostró Rajoy para poner de manifiesto ante la sociedad, de una manera clara, las mentiras, los engaños, la irresponsabilidad absoluta de Zapatero.
La sociedad necesitaba ver al representante del partido mas importante de la oposición poniendo en evidencia, como se hace en las verdaderas democracias, las mentiras,la negociación con ETA,la excarcelación de De Juana etc,etc.
Rajoy cayó, una y otra vez, en la trampa de la crispación sin saber decir que la única crispación procedía de un gobierno que podía negociar con los terroristas antes que con el principal partido de la oposición.
Todos pudimos ver cómo el desastre comenzó con el debate de Pizarro con Solbes.
Dicen que el gurú Arriola le recomendó en Génova que no crispara...Y no crispó.
Y Rajoy tampoco crispó... y Rajoy perdió las elecciones y , con ello, lo que es peor, el PP perdió el sentido de la realidad, el sentido de su propia identidad: Rajoy perdió creo que definitivamente su oportunidad...
Y lo de Gallardón es la guinda,la confirmación del giro hacia posturas progres y cercanas a los nazionalistas, en lo que es una huida desesperada hacia el abismo.

Anónimo dijo...

gutiforever, totalmente de acuerdo. Falló el candidato, al que le falta carisma y le sobra verbo enrevesado. Sólo que puede que aprovechen esa derrota para tocar ideológicamente el partido. Y dejarlo tocado.