Matar a un ruiseñor, linchar a un periodista. Es la consigna de la última hora. Los ruines señores encargados de la tarea son los resentidos, los envidiosos, los temerosos, los enanos reales y los acomplejados varios. Todos los medios, de derecha a izquierda, lanzan sus dardos al rostro de FJL. Se busca. Wanted. Todos en fila, aseados, peinaditos. Hay que estar bien arreglado cuando se asesina a la libertad de expresión. Hoy es día grande en el corral político. Se sienten más seguros. Día grande en la izquierda y en la derecha perdedora. La derecha perdedora haciéndole el trabajo sucio a ZP. Bravo, chicos, lo tenéis cazado. O eso creéis. En el lazo de FJL han caído muchos periodistas temerosos, que callarán, pero no él. Lo saben. Lo temen. Ahora empieza la última fase de la demolición mediática. Sin piedad.
Ninguno de los sátiros latinos, ni Quevedo ni Gracián, podrían escribir, ahora, sin ser juzgados por la neoinquisición progre. Progre y no progre. Al frente de los babosos, Prada. Juan Manuelito. Qué verde era mi Prada. En una televisión matutina, se explayaba: La Iglesia no puede sostener a quien insulta de esa manera. Y luego, la presentadora tri-antenizada: los contribuyentes, la casilla de la Iglesia, es su decisión, ya lo saben. No, no, decía Pravda. Caído como un tonto en la encerrona. Caído y sonriente como un ceporro. ¿Cuándo cobrará lo suyo?
3 comentarios:
El puritanismo antilibertad de este pollo es tan grande como sus complejos.
Uyy cuánta mayúscula para la libertad que no deja ampararse en la libertad de expresión.
argonaut, hacía tiempo que no leía/oía la palabra pollo. Prada siempre ha sido un poco gallináceo, plumífero, etc.
luis, las miembras nos prostutiyen las palabras. La libertad, entre ellas.
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