Se trataría de una fecundación artificial pero a la inversa: extraer el feto de la barriga de la madre que quiere abortarlo. La operación se efectuaría durante el primer trimestre del embarazo, con una técnica no más invasiva que un aborto, menos peligrosa, sin duda, nada sanguinaria. La madre se ahorra la depresión que le sobrevendría de saberse criminal y el niño se ahorra una muerte. Una técnica salvadora, al fin y al cabo, aunque nos repela un poco tanta tecnología artificial aplicada a la vida. Pero más vale una vida incubada que una muerte segura. El hijo puede sobrevivir sin necesidad de una madre que no le quiere.
-Mujer abortadora, el Estado no puede obligarte a que sigas adelante con tu embarazo, como dices sobre el derecho a disponer de tu cuerpo. Pero tú tampoco tienes derecho a eliminar una vida. ¿Qué excusa te inventarás ahora?
¿Por qué nadie plantea en serio esta solución?
4 comentarios:
Nadie se la plantea porque lo que mola es la Cultura de la Muerte, que es superideal, megachachi y cantidad de progre.
Pues no se el motivo, aunque me lo puedo imaginar.
Las soluciones harían desaparecer el "drama" e impedirían seguir adelante con el culto a la no-vida.
Pero ya te digo que es una solución genial cuando ella dice "no lo quiero" y el dice "es mi hijo". Y si se combina con un contrato matrimonial que lo sea y garantice los derechos de las partes, ya sería la milk.
braincrapped, superideal de la muerte, que diría uno con acento a lo Costa ;)
minneconjou, ojalá la tecnología evolucione en ese sentido, vía incubadoras o vientres de alquiler para solucionar el problema/crimen del aborto.
Pues fácil, porque nadie quiere mantenerlos.
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