sábado, 7 de junio de 2008


Qué verde era mi Prada

El señorito Prada se sienta cada semana en su megasillón de Telemadrid desde donde imparte su doctrina antiliberal. Posliberal, como dicen, qué más quisieran. El señorito engola la voz, rebusca las palabras, se pone un culo de vaso sobre unos ojos voluntariamente miopes, las manos nunca trabajadas, fijáos.

Es el prototipo del escritor burocratizado, amante de los pasteles literarios, quiero decir de los premios, portador juvenil de cartas de recomendación. Afín a las tertulias literarias, a las políticas, a las cinematográficas, a las que sean, a todo tipo de cotarros que renten influencias y engorden una barriga astronómica y decadente. Una especie de bing bang, la barriga. Todos a cubierto.

Es el discípulo renegado de Umbral, aunque no se parece al padre ni por asomo. Por mucho que asome su intención. De sus libros no opino porque nunca llegué al final y la mierda es mejor no apurarla.

Es el nuevo mito masculino de la derecha eterna y perdedora, de los cuatro gatos de siempre en busca de autor. Gatos que pescan en la red del descontento popular.

Es mosca cojonera, tocahuevos profesional, entretenedor de viejas, desviador de jóvenes. El diablo se viste de Prada.

9 comentarios:

Ignacio dijo...

Que poco que ver con el Lunarossa, el barco de Prada ni con la elegancia verdad?
Pero mira, eso es lo que hacen que triunfe, los buenos seguimos aqui.

Pandora dijo...

Hola, Persio:

Ya enlacé tu blog a Resistencia Santiago de León de Caracas.

Saludos

Unknown dijo...

Hola querido Persio, has dado en el clavo, a mi ese escritor me produce la misma sensación que cuando veo a Gala, solamente asquito, nada más. Suficiente como para tomarle tal ojeriza que si puedo me bajo sus obras por el emule y lo pongo para que a su vez todo el mundo se la baje.
Hace poco lo vi farfullando de esa manera tan diletante y tan suya delante de la gremli del psoe, alias la Antonia. (que se apellida Iglesias) El muy tontito con carita de calculín cuando la gremli arreciaba con su eterno odio recalcitrante a la libertad de expresión, el praderita se quedaba pequeñín como una hormiga.
Nada, -pensé- la gremli si quiere novio ahí lo tiene delante, que se lo coma a ver si lo perdemos de vista.
Pero...Me temo que no caer esa breva.

Un abrazo Persio.

Anónimo dijo...

Jejeje...
Muy bueno.

Saludos
MMX

Cowboy en paro dijo...

A mi siempre me ha parecido un pobre hombre la verdad, un tío que dice que meterse con un libro en la cama es lo mismo que meterse con una chica ya me diréis……

Anónimo dijo...

ignacio, "los buenos seguimos aquí", eso me gusta.

pandora, ¡gracias!

eleonora, te condecoro por el aguante demostrado al ver a la gremli en la tele. Me gusta lo de gremli, por cierto.

mmx, gracias ;)

cowboy, es sospechoso tanto amor a los libros, la verdad.

Unknown dijo...

Jejej, "esh que shoy mashoca como Mariano". Si te fijas bien Persio, cuando la cámara enfoca la cara de esa señora, me recuerda a un gremli de la peli de Spielberg.
No doy más detalles no vaya ser que empiecen a sentarnos en los tribunales. Tá la cosa mu jodía. :DD Y divertida...

Abrazos resistentes. Juas!.
Pd: Gracias por hacerme el honor de estar en tu blog. ;)

Anónimo dijo...

De nada, el honor es mío.
Y de la gremli ;)

Anónimo dijo...

o