miércoles, 1 de octubre de 2008
Tsunami marxista a ambas orillas del Atlántico
Leo un interesante artículo, El plan de rescate financiero o el regreso de Karl Marx a la economía. En él se menciona lo que decía la propuesta número 5 de El Manifiesto Comunista: "Centralización del crédito por medio de bancos estatales..." Hmmm. Qué actual suena todo eso. Merece la pena leer el artículo entero. Voy a resumir su tesis, con algún apunte propio.
Un tipo de interés artificialmente barato provoca las burbujas inmobiliarias y financieras. El tipo de interés viene determinado por los bancos centrales, que tienen el monopolio exclusivo en la emisión de moneda. (Si fijan la oferta monetaria, la demanda de mercado será un puro trámite para alcanzar el punto de equilibrio, o sea, el precio del dinero, o sea, el tipo de interés.) Desde que se abandonó el patrón-oro, la moneda puede emitirse al antojo de los bancos centrales y/o los gobiernos. Los tipos de interés no responden a la "tasa de rentabilidad interna de la economía", sino a meras decisiones gubernamentales.
Los muy bajos tipos de interés provocan que se realicen malas decisiones de inversión. ¡Con alegría! El mercado se infla... Se pide prestado con garantía de unos activos cuyo valor no cesa de crecer artificialmente.
Cuando la crisis se produce -cuando la gente no está dispuesta, o ya no puede, pagar unos precios tan elevados por unos activos claramente sobrevalorados- hay que dejar que las malas decisiones de inversión se deshagan. Que se retiren los capitales de donde no son productivos. Si las hipotecas son una basura, que se vayan a la papelera. Si el gobierno ayuda a las empresas en crisis, se evita que la corrección se realice, se prolonga la agonía, o sea, la crisis. Las subidas de impuestos -que tarde o temprano se producirán para financiar los onerosísimos planes de rescate- serán una losa que impida la rápida recuperación; las nuevas regulaciones, más de lo mismo; las inyecciones de liquidez en el mercado evitarán que se deshagan inversiones que no se corresponden con una demanda real y que no son en sí mismas rentables. Si hay crisis de crédito, se debe a una situación de desconfianza que ya se superará cuando el mercado logre un nuevo equilibrio a un precio inferior. Con precios más baratos surgirán nuevas oportunidades.
Con sus decisiones, los gobiernos provocan las crisis y las alargan. En esas estamos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Hola a todos, para pasar este amargo trago, os sugiero un fin de semana de ensueño en un entorno rural en plena naturaleza. Más información en:
http://extremoderado.blogspot.com/
Los gobiernos no controlan, sólo intervienen. Así nos va.
Me hace gracia lo del regreso de Karl Marx porque esta tarde he leído un post de Saramago en el que afirma que hoy en día Marx tiene más razón que nunca, y se caga en las izquierdas por su silencio ante la crisis.
extremoderado, ¿tenemos descuento?
luis, no desregulan ni controlan lo regulado. Y amenenazan con seguir metiendo la mano en nuestros bolsillos. Pero más a fondo.
janario, curioso Saramago. Cómo se crece. Quiere que la izquierda vuelva al carril ortodoxo y la sociedad en su conjunto a las cavernas.
Publicar un comentario