Rajoy imita a Obama

Los asesores electorales de Génova vienen con un nuevo consejo para el año próximo, como si fueran los Reyes Magos (sólo que aquéllos en lugar mirra traen consejos, que pesan menos y encima pueden cobrarse). Bueno, el consejo: hay que imitar la campaña de Obama. O sea, el carisma improvisado, la elocuencia a nivel de calle, las redes sociales a nivel de internet, los jóvenes voluntarios que aporten su entusiasmo a la campaña, los cantos al nuevo mesias, la piel negra del candidato. Esto es lo más difícil de conseguir, la piel negra. Aunque con un buen teñido todo puede lograrse... Rajoy deberá derramar el bote con el que se tiñe el pelo sobre el resto del cuerpo. Dejar que el teñido fluya, sin más. Y con el nuevo teñido, la conversión del mensaje. O si éste desaparece, aún mejor, que todo sea disolverse en la mercadotecnia vacía.
Tras el invento de la niña argentina, llega la imitación de Obama. Sólo habrá que practicar un poco más la performance, la puesta en escena, para que no suceda como con la niña, que cuando se acerque la cámara empecemos a bizquear. Los nervios, ya se sabe. Pero bueno, dicen que Obama también tiene un tic.