La señorita Soraya apenas se insinúa en EL MUNDO y consigue el revuelo completo del patio político nacional. La izquierda le recuerda la foto de las ministras sobre las pieles del Vogue, la derecha meapilas se alborota y escandaliza, ¡por Dios!, y la radiofónica, ay, la radiofónica, haciendo gala de liberalismo, como siempre, la acuchilla por un quítame allá esas pajas, digo, fotos. Yo sólo sé que la chica está de buen ver y que por eso la miramos.
No gastaré saliva en defender la actuación política de Soraya, aunque me guste su creciente maltrato dialéctico a la momia vicepresidencial, sino que la ahorraré, la saliva, por no caer en la exagerada crítica que sólo es fruto de la envidia izquierdosa, de la mojigatería vetusta y polvorienta, de la excusa fotográfica por rendir cuentas pasadas de un periodismo ilustrado que ha perdido la visión y el buen gusto fotográfico, que desatina el objetivo de sus críticas y que busca con urgencia sus calzones, a falta de argumentos.
Soraya ha dejado en bragas al patio político nacional. Esperemos que no recule.
2 comentarios:
A esta aposicon (que no lo es) solo le faltaba una portada Fashion, hay que joerse pa no caerse....
Saludos.
Está claro algunos están deslegitimados para emprender ninguna crítica, entre esos ellos está el gobierno y el PSOE al completo.
El caso mas sangrante es el del mismo diario El Mundo, la saca en portada, y luego el director la pone a parir.
Creo que a Soraya le han metido un gol.
Saludos
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