sábado, 14 de febrero de 2009


El holandés errante

Geert Wilders expulsado del Reino Unido por sus críticas al Islam. Vamos, ni siquiera se le dejó pasar del aeropuerto... Los bobbies británicos cumplieron eficaz y fielmente su papel de perros-policía al servicio de los muslimes. Se trata de una autocensura, un autocontrol a nivel nacional. Ya no son necesarios los terroristas para silenciar las críticas al islamismo. En el Reino Unido de la Gran Bretaña nos disciplinamos solos, veis, muslimes, nos bastamos. Acabamos de tener un momento Chamberlain; como en los años cuarenta, de imborrable recuerdo. (De imborrable vergüenza.) No nos mandéis a terroristas que nosotros cumplimos su trabajo.
Cómo se le ocurre a ese holandés errante andar por el mundo diciendo verdades... Dónde se había visto semejante sinceridad... Un poco de hipocresía, por la Reina Madre de la Gran Bretaña. Estos holandeses deberían seguir con el comercio de las especias, como hace siglos, y no meterse en política, como ahora. Que nos dejen en paz en la City: ya tenemos bastantes problemas financieros como para que se nos alboroten los barrios, los no-go areas, donde los bobbies no huelen el asfalto desde hace meses. Respetamos el territorio islámico. Somos civilizados y respetuosos, digo, no como en Venezuela, sin ir más lejos.

2 comentarios:

Pedrulo Maturulo dijo...

Se cumple lo de mirar hacia otro lado a ver si así no me toca.
Craso error, les volvera a tocar mas pronto que temprano...
Saludos.

Persio dijo...

A quien está especializado en mirar al otro lado. Lo malo es que el otro lado es este.