Transcribo la carta:
En nombre de mi familia de antepasados homínidos, queremos condenar con firmeza la agresión y la humillación a la que ha sido sometido nuestro siempre buen ponderado Miceto Colorín, al que Vd. puede ver en la fotografía con el inombrable Baltasar Garzón. Desde nuestro refugio, queremos hacer llegar al mundo el fraude que supone la fotografía tomada, más a sabiendas cuando a posteriori el susodicho Garzón, en lugar de soltar a nuestro amado Miceto Colorín, se dedicó a abrazarle, a darle lo que ustedes llaman "mimos" y a contarle al oido sumarios de su última instrucción, lo cual ha traumatizado de por vida a nuestro Miceto, quien reposa en cama hasta nueva orden del médico de cabecera, el siempre bien ponderado Diodoro Lejano. Según D. Lejano, Miceto sufre de un trastorno de personalidad a causa del timbre de voz del mal llamado juez, lo cual supone un gasto en medicamentos desmedido, teniendo en cuenta que nuestros ingresos en divisa extranjera son nulos, y no podemos atender a los pagos con manglares y cacahuetes de la selva. Rogamos, pues, que transmita nuestro mensaje a los lectores de esta bitácora, pues hemos intentado ponernos en contacto con el eminente zoólogo Nicolás Claudedeu, pero no nos ha abierto sus puertas a causa de disputas homínidas que no vienen a cuento.
Siempre suyo,
Englantina Franco
No hay comentarios:
Publicar un comentario