miércoles, 29 de abril de 2009


Desfile de cocottes en Moncloa



Las cortesanas acuden a palacio, con tacones desiguales, traseros sorprendentemente semejantes, idénticas trayectorias ascendentes. Suben las escaleras. Sólo cambia el color de sus vestidos; y que una de ellas es republicana y la otra monárquica. Ambas lo son por interés, por supuesto. Son dos mujeres de bandera, según dicen. Aunque yo a la española le veo más el palo que la bandera; la anorexia no me motiva especialmente. Y a Carla le cambiaría la cara de pergamino que el inexorable paso del tiempo le va dejando. Carla vive del cuento y de su trasero. Lo demás son historias.

--Cómo hemos progresado en la vida... -se dicen la una a la otra.
--Ya te digo, veníamos del arroyo...
--Del arrollo vendrías tú, guapa, que mi familia viene de lejos.
--Pero yo voy para reina; y a tu Napoleón macarrilla sólo le quedan unos añitos en la cumbre. Y luego, adiós al glamour.
--Bueno, ya inventaré algo; yo sólo monto en caballo ganador. Por cierto, ¿le has puesto algún reforzante a tu trasero anoréxico?
--Anda, calla, que te tropiezas con los escalones...
--Por cierto, ¿por qué se habla tanto de mi pasado y tan poco del tuyo?
--Es que yo no posaba...
--¿En público, dices?
--Calla que te arreo con la corona.

2 comentarios:

Pedrulo Maturulo dijo...

jajajja, muy bueno lo de "Yo solo monto al caballo ganador"...
Saludos.

Unknown dijo...

Tienes vista de lince, Persio, coincido contigo, aún así a la asturiana todavía la salva la lozanía, y la cirugía preventiva, la otra la salva el poder del enano de la república.

¿Te he dicho que tienes un meme y un premio?. si te lo he dicho discúlpa, si no ya te he avisado.

Besos.