Era una de las frases favoritas del gran Andrés Montes: "¿Por qué todos los jugones sonríen igual?"
Con ese aire afrocubano, retransmitía el espectáculo del baloncesto con
su lenguaje colorista:
Era un gigante de la comunicación que entretenía las madrugadas NBA.
Para los que hemos crecido con Trecet y con él, para los que la NBA era un planeta único, un mundo perfecto, una burbuja idílica en la que el mundo real formaba parte de la irrealidad, Montes es el nombre de un gigante
que merece su tributo:
1 comentario:
Descanse en paz.
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