lunes, 23 de noviembre de 2009


La pasarela





La alfombra tenía que ser roja, claro. Los ministros de la ruina nacional paseando por encima de cinco millones de parados para presentar sus nuevas políticas, con todo el morro del mundo. (La Salgado, aparte de morro, tiene un garbo especial sobre la pasarela.)

Y el micrófono que anuncia los modelos que surgen sobre la pista, también nos dice que vamos a cambiar de modelo productivo, oiga, modelo sobre modelo, vamos a lograr una economía sostenible, ecológica; una energía limpia y moderna. Ya se sabe que el socialismo es esa cosa novísima que empezó a experimentarse en 1.917. Allí el nuevo modelo logró que se secara el mar de Aral. ¿Qué tendrán reservado para nosotros estos sucialistas gubernamentales? Ah de la economía sostenible... (En otra imagen puede observarse a De la Vega recién bajada del caballo; se sostiene de milagro sobre la pasarela.)

El nuevo modelo incluirá en su estructura orgánica al poder sindical, por supuesto. Méndez y las meninas de CCOO dentro de la foto. Todos en plan corporativista, sosteniendo al Gran Líder reciamente. Dirige la orquesta -o mejor, el coro- el ministro andalú del PSC, Celestino Corbachov, quien ya aparece en la imagen de ahí arriba vestido de sindicalista. Así aparenta que es uno de ellos. Un trabajador cualquiera, ya se sabe. Como si fuera uno de nosotros.

4 comentarios:

Claudedeu dijo...

Me parece muy mal. Me parece muy mal que no sonara La Internacional cuando pasaron por la pasarela.

Javier dijo...

¡Jo!... y pensar que todos estos modelitos llevan bicho dentro.

Un abrazo.

Caballero ZP dijo...

Una puesta en escena digna de la política mediática y vacía de contenidos que tan buenos resultados les ha dado. Ahora que la cosa se pone fea, que mejor manera de intentar conseguir resultados que amplificar la puesta en escena que tan buena venta tiene entre esa cantidad de enanos mentales que cohabitan con los demás ciudadanos.
Saludos

Persio dijo...

Y ni siquiera levantaron el puño, Claudedeu; ayer tocaba ir con la mano metida en el bolsillo, que queda muy fashion... Mañana ya tocará meterla en el bolsillo ajeno, que es más guay todavía.