domingo, 13 de diciembre de 2009


Ladridos sindicales



Los sindicatos hacen un amago de protesta en el callejón sin salida de la crisis económica. Son el guante blanco y subvencionado de la larga mano del gobierno. Se manifiestan y se hacen notar, pues ya tocaba hacer algo. Y ese algo es un mordisquito de domingo en el picnic que se han montado este fin de semana junto a la Casa de Campo. Un mordisquito con sabor a chorizo. Un mordisquito/protesta sobre la crisis económica. Pero un mordisquito mínimo e insonoro. Quien tenga que oír que oiga; los señorones sindicalistas dejaron la corbata que nunca llevan, se pusieron los jerseys callejeros, y cogieron el micro. Se oyó algún que otro gruñido contra los empresarios, o sea, contra los que crean empleo. Porque ésta es una manifestación contra el empleo, señores: ¡Más subsidios y menos trabajar...! (Millares de aplausos de fondo.) Los obreros comisionistas de Comisiones Obreras se frotaban las manos, a pesar de que no hacía frío.

Las fuerzas del trabajo estuvieron aliadas con las fuerzas del ocio. Fueron los habituales: ese intelectual comprometido llamado Wyoming, la guarra sexagenaria del no a la guerra, tan bella como siempre, en su eterna e inamovible decrepitud de estatua. A su lado, los dirigentes/dirigidos sindicales, Méndez y Tocho. Por detrás, la gente que sujeta la pancarta, los bienpagaos, los liberados, los que cobraron la dieta de 50 euracos por trabajar en domingo, los que sujetan el abanico que da frescor al resto:

2 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

Da mucha grima y vergüenza ajena ajena ver como una pléyade de estabulados y obedientes estómagos agradecidos,desfilan con el argumentario casposo de la lucha de clases rescatado del sindicalismo del siglo XIX.
Que a estas alturas,estos "funcionarios del Ministerio sindical" le bailen el agua a su señorito,al que les llena el bolsillo entra dentro de lo normal.
Nadie muerde la mano que le dad e comer.

Lo cómico es que se acompañen de la "guardia de corps" de los titiriteros,de los Bardem y el chekista Wyoming como respaldo "intelectual" al espectáculo del bombero-torero.
Patético.

Javier dijo...

¿Nadie muerde la mano que le da de comer? En este caso la mano que les da de comer a estos elementos es la mano del pueblo y la muerden hasta el tuétano. Eso sí, es una mano cautiva que maneja con excesiva providad nuestro ínclito Presidente en beneficio propio, de sus titiriteros y de sus comparsas.

Un abrazo.