En sus más de cinco siglos de Historia el Estado español ha quebrado 13 veces. Tres en el siglo XVI (1557, 1575, 1596), otras tres en el XVII (1607, 1627, 1647) y siete en el XIX (1809, 1820 1831, 1834, 1851, 1867, 1872, 1882). (...) Las fechas coinciden con guerras, esto es, momentos en que el Estado gastó mucho más de lo que tenía para financiarlas.
Hoy las cosas no han cambiado demasiado a pesar de que, dado el privilegio de emisión de moneda fiduciaria (sin más respaldo que el propio Gobierno al declararlo como dinero) con el que cuentan los Estados, la bancarrota en términos de insolvencia monetaria no podría darse. El Gobierno no tendría más que aumentar la liquidez imprimiendo billetes para saldar la deuda con ellos. La deuda interior quedaría de este modo cancelada mediante inflación y aniquilamiento del valor de la moneda. Las deudas exteriores, sin embargo, no se contraen en dinero propio fácilmente maleable sino en divisas internacionales (...) Y ésas, o se pagan o no se pagan.
jueves, 28 de enero de 2010
Cuentas públicas quebradizas
¿Pueden quebrar los Estados?
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esperpentos nacionales
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