Derrotada la vieja Prusia y la Alemania hitleriana en dos guerras mundiales, y derrotada la Rusia soviética tras cuarenta años de guerra fría, se presenta la nueva cara del totalitarismo: el islamismo.
De la II Guerra de Iraq ha salido reforzado el nuevo enemigo del mundo libre, la República Islámica de Irán. América ha ganado la guerra pero aún tiene que ganar la paz en Iraq. Como consecuencia del conflicto bélico, Irán ha visto caer derrotado a su tradicional enemigo -con el que combatió en los años 80-, y se está haciendo con armas nucleares para consolidar su posición al frente del mundo islámico. (Iraq no llegó a tiempo de desarrollar la energía nuclear con fines bélicos; la aviación israelí liquidó sus instalaciones en 1981.)
Yendo más atrás en el tiempo, observamos que de la II Guerra Mundial salió reforzada la Unión Soviética. América ganó la guerra pero perdió la paz. La Unión Soviética mantuvo los territorios que había pactado con Hitler en 1939 y, a partir de 1947, se hizo con armas nucleares para blindar su posición e iniciar un nuevo expansionismo. (A la Alemania nazi le faltaron unos pocos años para desarrollar sus propias armas nucleares. También estaba en ello.)
Los enemigos de la libertad son y han sido muchos en el último siglo. A todos les unía su odio a Israel y a América. Nazis, soviéticos e islamistas han pretendido o pretenden exportar sus respectivas tiranías. Y el totalitarismo que amenaza la libertad de los demás ha de ser combatido. La partida de nuestro tiempo se juega a orillas de los ríos de Babilonia.
De la II Guerra de Iraq ha salido reforzado el nuevo enemigo del mundo libre, la República Islámica de Irán. América ha ganado la guerra pero aún tiene que ganar la paz en Iraq. Como consecuencia del conflicto bélico, Irán ha visto caer derrotado a su tradicional enemigo -con el que combatió en los años 80-, y se está haciendo con armas nucleares para consolidar su posición al frente del mundo islámico. (Iraq no llegó a tiempo de desarrollar la energía nuclear con fines bélicos; la aviación israelí liquidó sus instalaciones en 1981.)
Yendo más atrás en el tiempo, observamos que de la II Guerra Mundial salió reforzada la Unión Soviética. América ganó la guerra pero perdió la paz. La Unión Soviética mantuvo los territorios que había pactado con Hitler en 1939 y, a partir de 1947, se hizo con armas nucleares para blindar su posición e iniciar un nuevo expansionismo. (A la Alemania nazi le faltaron unos pocos años para desarrollar sus propias armas nucleares. También estaba en ello.)
Los enemigos de la libertad son y han sido muchos en el último siglo. A todos les unía su odio a Israel y a América. Nazis, soviéticos e islamistas han pretendido o pretenden exportar sus respectivas tiranías. Y el totalitarismo que amenaza la libertad de los demás ha de ser combatido. La partida de nuestro tiempo se juega a orillas de los ríos de Babilonia.
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