Los niveles de pobreza extrema (el porcentaje de la gente que vive con menos de un dólar al día) han caído desde el 46% del 1995 al 37% del 2007.
(...) Las nuevas tecnologías están penetrando rápidamente por todo el territorio. La telefonía móvil, por ejemplo, está permitiendo que la gente más emprendedora aumente los rendimientos de sus negocios de forma creativa: los agricultores pueden enviar sms a diversos mercados para averiguar los precios antes de emprender un largo viaje con sus carros, lo que les permite dirigirse al sitio que les es más favorable y ganar más dinero; los trabajadores autónomos –fontaneros, pintores, carpinteros, etc- no tienen que estar todo el día delante de las tiendas esperando que alguien los contrate sino que cuelgan anuncios por las calles con el número de su teléfono móvil; los pescadores que no tienen refrigeración mantienen los peces vivos en jaulas dentro del mar hasta que reciben el sms de los clientes demandando producto. Los móviles se están utilizando como bancos para realizar transferencias monetarias (tu vas al vendedor de tarjetas de móvil, le das 100 schillings y él te da un código secreto que tu envías a través del móvil a algún amigo tuyo en otra ciudad; éste se dirige a otro vendedor de tarjetas de la misma cadena, le entrega el código y, a cambio, recibe los 100 schillings; este es un método de transferir dinero utilizado por la compañía SafariCom en Kenia es muy efectivo e en países con pocos cajeros automáticos y menos sucursales bancarias).
Junto a la tecnología; las inversiones chinas en la región, el alza de las materias primas y unas incipientes democracias contribuyen a que este desarrollo se vaya consolidando.
Vía MSV
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