Un militante peneuvista echándose al monte, con la manta a cuestas, en busca de perejil y otras hierbas, que de todo comen los pertenecientes a la ganadería nacionalista. Las zapatillas deportivas desentonan en los pies del asno.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
¡Cómo se atreven esos malandrines a colocar una bandera de España en territorio español!
Ni que el País Vasco fuera Perejil, dice el tal Urkullu, reconvertido en ocasional caudillo liberador de tierras ocupadas.
Y para expulsar los malos demonios han llenado el monte de ikurriñas, como si una bandera fuese excluyente de la otra; ambas son perfectamente constitucionales, pero el PNV se acostumbró a convertir la una en excluyente.
Ya no saben qué hacer los peneuveros para atraer el voto de quien sea con objeto de VOLVER al trinque y la mamandurria.
2 comentarios:
¡Cómo se atreven esos malandrines a colocar una bandera de España en territorio español!
Ni que el País Vasco fuera Perejil, dice el tal Urkullu, reconvertido en ocasional caudillo liberador de tierras ocupadas.
Y para expulsar los malos demonios han llenado el monte de ikurriñas, como si una bandera fuese excluyente de la otra; ambas son perfectamente constitucionales, pero el PNV se acostumbró a convertir la una en excluyente.
Ya no saben qué hacer los peneuveros para atraer el voto de quien sea con objeto de VOLVER al trinque y la mamandurria.
Le faltaba la chapela al fulano, y el dvd de Brave Heart, debajo del brazo, pobrecillos...
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