martes, 17 de noviembre de 2009


Los hijos de la reina de Saba










En la tradición de la Iglesia ortodoxa etíope, se señala que Salomón tuvo un hijo con la reina de Saba, llamado Menelik I, quien sería futuro rey de Etiopía; y de quien la tradición dice que sacó el Arca de la Alianza de Israel, llevándosela a su reino.


Hace tres mil años, a las puertas del mar Rojo, entre el cuerno de África y el actual país del Yemen, vivía la reina de Saba. La reina fue llamada y pretendida por el rey Salomón. Dicen que le dedicó el Cantar de los Cantares a su reina negra, que la tuvo como preferida durante los seis meses que duró la visita diplomática, y que de lo diplomático se pasó a lo comercial y a lo amoroso.

Antes y después de la reina de Saba, el rey de Israel había disfrutado y disfrutaría de 700 concubinas (concubina arriba, concubina abajo). Era la postura del rey Salomón en estos temas. Además, Salomón, como había disfrutado de una yegua morena y africana, cogido ya el gusto al continente negro, volvió a hacer tratos comerciales con Egipto. Esta vez quería comprar caballos. Actuando de esta manera, sin embargo, Salomón incumplía lo dicho por Dios: "No volvereis por el camino de Egipto, donde un día fuisteis esclavos." Y los pecados de Salomón, el gusto por las monturas equinas y femeninas, supusieron la partición futura del reino de Israel. Aunque él nunca llegó a verlo.

Mientras, la reina regresó a Saba con un hijo en su vientre y una nueva fe para su pueblo. La relación había sido fructífera.

Hace tres mil años de todo esto. Ya pasaron los faraones de Egipto, las decenas de descendientes de la reina de Saba, griegos, fenicios, Roma y Cartago, todos los pueblos que vinieron después y todos los que se extinguieron, la amplia Edad Media. Israel, sin embargo, ni ha pasado ni se ha extinguido. Tres milenios después, a pesar de los éxodos sucesivos, de los progroms y holocaustos y negaciones de holocaustos, Israel sigue ahí. Y los descendientes de la reina de Saba se mantienen fieles a su fe, en la costa del mar Rojo.



* En el libro Kebra Nagast se amplía la historia del hijo de la reina de Saba. Está en una web interesante, SacredTexts.

** Las imágenes corresponden a la celebración del festival Sigd, en Etiopía. Y que ahora me vengan con lo de la "raza" judía...

2 comentarios:

Javier dijo...

¡Carajo con Salomón!: 700 concubinas (concubina arriba, concubina abajo). No sé a los demás pero a mi me sobran las 698 restantes, no me quedan más frentes por cubrir. ;)

Un abrazo.

Persio dijo...

Intento imaginarme eso de los frentes xddd