viernes, 4 de diciembre de 2009


La olivarera



Hay que levantar las ventas como sea. En Martos, Jaén, se les ha ocurrido poner a una jovencita escasamente envuelta en unos modelos de lencería inspirados en el olivar. La chica viene acompañada de saca y esportillo de esparto, ánforas y aceiteras, pan de pueblo y alcuza. Olé por la lozana andaluza. Da alegría comprobar que lo mejor de España se sigue conservando en algún que otro escaparate.

Aunque no sé si las hojas del olivo pican o no, ni si son demasiado ásperas o incómodas; no creo, en todo caso, que ésas hayan sido las razones por las que el Instituto de la Mujer ha abierto un expediente a la tienda de lencería... La propietaria, sin embargo, sigue demostrando su imaginación: pondrá a un par de modelos masculinos como acompañantes de la olivarera, por el qué dirá la progresía, para que no la acusen de machista por utilizar a una mujer como reclamo publicitario.

3 comentarios:

Javier dijo...

Esta escena me recuerda aquel Zéjel que comienza diciendo:

Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.

Viéndola, no me importaría ayudarla a recoger olivas aunque me tenga que vestir como ella con hojas del olivar que, dicho sea de paso, no pican. Si a las feministas les parece mal pues... allá ellas, yo no distingo entre feministas y no feministas mientras sean mujeres. Para feministas los hombres hombres que, como dice un amigo mío, nos gustan todas.

Anónimo dijo...

teniendo en cuenta que anuncia lencería, no veo nada malo, lo reprochable sería si anunciara el aceite

el feminismo se pone francamente tonto a veces, me perece absurdo que no se pueda anunciar la lencería con una chica que lleve lencería, ¿no? y si además lleva aceite, ¿qué más da? tendría que haberles denunciado el instituto del aceite, no el de la mujer

Persio dijo...

javier: si la hoja del olivo no pica ya me quedo más tranquilo. Estaba padeciendo por la chica.

soy el que soy: la tendría que haber denunciado el instituto de los que pierden aceite xD