martes, 26 de enero de 2010
La privatización del tigre
El valle del Mekong se despuebla de tigres. En 12 años han desaparecido las dos terceras partes, debido, por un lado, al frenesí chino por nutrir su cocina tradicional con falsos afrodisíacos y, por otro, al hábitat selvático cada vez más menguado y disperso. Quedan 350 tigres entre Birmania y Vietnam; y los países de la zona organizan una conferencia para lo de siempre: la estéril caza del furtivo y la ilegalización del comercio. Medidas de control imposible y contrastado fracaso histórico.
Pero, ¿qué hay si aplicamos el derecho de propiedad a los tigres, como se aplica a los gatos domésticos? Adquiera un minino de la selva... Ni siquiera es necesario que lo tenga en casa... Yo me compro un tigre en el Mekong y si me lo matan, me pagan; si el minino es el que se propasa con la población local, yo soy el que indemniza. Agencias privadas se dedican a darle visibilidad al mercado, localizando y censando a los tigres; agencias privadas se dedican a la persecución de los furtivos que atenten contra la propiedad privada; agencias privadas de seguros también tienen su papel. Me compro un tigre y pago una cuota anual al propietario del inmenso pedazo de selva en el que éste vive, por los gastos de alojamiento y manutención del minino...
Ya se encargarán los propietarios de selva de que ésta prospere, para que los dueños de tigres que abonan el alquiler estén contentos; los furtivos ya se andarán con ojo por si el tiro se vuelve contra ellos, puede que incluso se pasen al bando de los buenos, pues los propietarios también pagan porque se defienda su propiedad; y los chinos se comerán sólamente los tigres que adquieran (a precio de oro, o sea, que se los comerán menos).
Yo me compraría un tigre en el Mekong. Pero si sólo hay 350, no creo que tuviera posibilidades de adquirirlo a un precio asequible... El tigre sería un verdadero artículo de lujo, perfectamente protegido por la articulación de una demanda de mercado.
Ha nacido la ecología capitalista.
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2 comentarios:
Siempre te puedes comprar un tigreton, ¿te acuerdas? esos estaban bien buenos y se podían adquirir a un precio asequible
Saludos.
¡Y en verano un colajet!
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