Se alegan
problemas eléctricos. Algunos de sus escasos inquilinos ya han comenzado a abandonar el edificio. En la planta baja, el área comercial está inédita, sin inaugurar; y la terraza del edificio, donde suben los turistas tras desembolsar 27 euracos, llena de polvo.
Se veía venir. El bluf de Dubai, o la imposibilidad del capitalismo en el mundo árabe.
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