La interceptación de un cable diplomático, en 1.917, y sus consecuencias sobre la I Guerra Mundial:
Los alemanes intuían que Estados Unidos, pese al pacifismo del presidente Woodrow Wilson, acabaría declarando la guerra a Alemania, de manera que ordenaron al embajador que se acercara al gobierno mexicano para proponerle una alianza. Berlín armaría a México para derrotar a los norteamericanos; como recompensa, los mexicanos recuperarían los territorios de Arizona, Texas y Nuevo México, que les fueron arrebatados durante la guerra de 1848.
Cuando Wilson tuvo conocimiento de este plan (que los mexicanos, prudentemente, rechazaron), pensó que no había otra alternativa que declarar la guerra al Kaiser. El presidente, a regañadientes y bajo protesta, podía entender que los submarinos alemanes hundieran las naves comerciales americanas, pero no que estuvieran preparando un ataque artero contra el territorio estadounidense.
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