lunes, 11 de diciembre de 2006


La mesa, la independencia y el salmón noruego



En el País Vasco no quieren parlamentos. Ni el suyo propio. Mejor negociar en mesas aleatorias, con comensales espontáneos que nadie elige. La antidemocracia. (El pueblo español es el convidado de piedra.) Los comensales comparten mesa y pistola con terroristas hambrientos, que piden seis o siete raciones (o regiones). Una cosa llamada Euskalherría, otra llamada socialismo. Suena a rancio y está rancio. A contracorriente de los tiempos. Como el salmón noruego. La búsqueda del norte o la contribución de Noruega a la paz mundial. Al proceso de apaciguamiento de la bestia. Noruega como lugar de vacaciones de la dignidad. Es mejor Dinamarca. Menos frío y mejores caricaturas.

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