Domingo por la noche y fin de fiesta. Un temblor del 4,2 según Richter. En Hwaderi, cerca de Kilju (Corea del Norte). La detonación de una bomba nuclear de 20 kilotones, capaz de matar a 200.000 personas. Una bomba de 10 pies de largo y 4 toneladas de peso. Las buenas noticias: los misiles de Corea del norte aún no pueden trasladar semejante carga.
Hace cincuenta años, en la península de Corea, el norte comunista invadió el sur capitalista. Seúl cayó. En tres años de guerra murieron más de 250.000 surcoreanos, 60.000 soldados norteamericanos, y otros varios cientos de países como el Reino Unido, Francia, Turquía o Etiopía, que también acudieron a defender la libertad del sur. Fue la primera vez que la ONU enviaba tropas de combate. Todas bajo el mando de Mc Arthur. En el bando agresor, el norte recibió el apoyo -en tropas y material bélico- de la Unión Soviética y China.
El norte perdió y la frontera entre las dos Coreas quedó establecida en el paralelo 38º.
El comunismo se fue desarrollando en el norte, el capitalismo en el sur. El norte se hundía en la pobreza y los campos de concentración; el sur prosperaba económicamente y evolucionaba hacia la democracia.
En 1994, el norte inició su programa nuclear con la instalación de un reactor en Yongbong. Clinton, desde la Casa Blanca, intentó contemporizar. Conclusión: un paquete de ayudas económicas para el norte. Se cedió al chantaje, y se entregaron 4,6 billones de dólares (equivalentes a medio billón de pesetas). Ahora vemos en qué se gastó el dinero la dinastía comunista de Kim. En completar su programa nuclear. Una vez más, la progresía norteamericana responsable de la política de apaciguamiento, que nunca funciona.
En el mes de julio de este año, Corea del norte lanzó siete misiles Taepodong sobre el mar de Japón. Científicos iraníes estaban presentes durante el lanzamiento. Unos meses antes, en abril, Irán había recibido de Corea del Norte 18 misiles BM-25. Su alcance: 2500 km. La colaboración del régimen comunista con el islámico se hace cada vez más estrecha. Y detrás de los dos, China, responsable de buena parte de estos desarrollos nucleares y balísticos (suministrados primero a Pakistán).
¿Cuál será ahora la respuesta de la Casa Blanca? Bush ha demostrado más decisión que Clinton. Sin embargo, una guerra en tres frentes (Iraq, Afganistán y Corea) puede ser demasiada decisión.
Turbio panorama en la península de Corea, el país de la mañana tranquila.
Hace cincuenta años, en la península de Corea, el norte comunista invadió el sur capitalista. Seúl cayó. En tres años de guerra murieron más de 250.000 surcoreanos, 60.000 soldados norteamericanos, y otros varios cientos de países como el Reino Unido, Francia, Turquía o Etiopía, que también acudieron a defender la libertad del sur. Fue la primera vez que la ONU enviaba tropas de combate. Todas bajo el mando de Mc Arthur. En el bando agresor, el norte recibió el apoyo -en tropas y material bélico- de la Unión Soviética y China.
El norte perdió y la frontera entre las dos Coreas quedó establecida en el paralelo 38º.
El comunismo se fue desarrollando en el norte, el capitalismo en el sur. El norte se hundía en la pobreza y los campos de concentración; el sur prosperaba económicamente y evolucionaba hacia la democracia.
En 1994, el norte inició su programa nuclear con la instalación de un reactor en Yongbong. Clinton, desde la Casa Blanca, intentó contemporizar. Conclusión: un paquete de ayudas económicas para el norte. Se cedió al chantaje, y se entregaron 4,6 billones de dólares (equivalentes a medio billón de pesetas). Ahora vemos en qué se gastó el dinero la dinastía comunista de Kim. En completar su programa nuclear. Una vez más, la progresía norteamericana responsable de la política de apaciguamiento, que nunca funciona.
En el mes de julio de este año, Corea del norte lanzó siete misiles Taepodong sobre el mar de Japón. Científicos iraníes estaban presentes durante el lanzamiento. Unos meses antes, en abril, Irán había recibido de Corea del Norte 18 misiles BM-25. Su alcance: 2500 km. La colaboración del régimen comunista con el islámico se hace cada vez más estrecha. Y detrás de los dos, China, responsable de buena parte de estos desarrollos nucleares y balísticos (suministrados primero a Pakistán).
¿Cuál será ahora la respuesta de la Casa Blanca? Bush ha demostrado más decisión que Clinton. Sin embargo, una guerra en tres frentes (Iraq, Afganistán y Corea) puede ser demasiada decisión.
Turbio panorama en la península de Corea, el país de la mañana tranquila.
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