viernes, 23 de octubre de 2015
Álfiles en Islandia: Bobby Fisher y Boris Spasky
lunes, 12 de octubre de 2015
Literatura celíaca
viernes, 25 de septiembre de 2015
Berlín años 20: Inflación de escotes y billetes verdes
viernes, 1 de mayo de 2015
Pericles y tantos otros
Tucídides está hablando en sede parlamentaria. Tucídides habla y acusa. Qué se hizo del tesoro de Delos, se pregunta en voz alta. Quién ha tomado dicho tesoro y para qué. Tucídides se pregunta en voz alta lo que todo el mundo sabe y todo el mundo calla.
Ante las guerras recientes e inminentes (pasadas y futuras) contra los persas, las polis griegas han formado una gran coalición militar: la Liga de Delos. En la isla del dios Apolo se ha sellado el pacto de socorro mutuo. La Atenas de Pericles, con el correr del tiempo, ha impuesto sus condiciones: todas las polis serán tributarias de la Liga; lo quieran, o lo vayan queriendo menos. Quien no contribuya, verá su isla o ciudad arrasada. Parece que ya se ha dado algún caso. En la isla de Delos se guarda el tesoro conjunto que sufraga todos los gastos militares.
La Liga quiere desarrollar un poco de estrategia nueva; y estima ahora que nuevos jugadores se impliquen en el tablero táctico del Mediterráneo oriental. Ahí esta Egipto con su flota, por ejemplo, que al igual que las polis griegas viene siendo amenazado por los persas. La Liga griega insta a la rebelión de Egipto. Así se hace... Pero Egipto es una debacle contra los persas y queda derrotado.
La devastación de la última batalla no queda lejos de la isla de Delos, piensa Pericles. Así que decide resguardar el tesoro..., es decir, quedárselo para sí mismo. Lo está denunciando Tucídides. Que Pericles ha utilizado ese tesoro para embellecer Atenas. Las otras polis quedan al pairo del mar Egeo... En Atenas, sin embargo, Pericles ha construido edificios públicos y da gratis las entradas al teatro. Está concediendo ciudadanías. Pericles está construyendo una democracia. Una democracia sustentada por un tesoro ajeno, pues de otra forma no hay quien sostenga todo ese gasto. Tucídides denuncia la corrupción del padre o el abuelo de la democracia universal. Pero Tucídides no sabe aún que Pericles ya ha comprado las voluntades suficientes que le condenarán a la pena del ostracismo. Tucídides ya ha dicho bastante.
jueves, 16 de abril de 2015
La rebelión de los bóxer en China y no sólo en China
Los boxeadores se han rebelado. Acaban de recibir el apoyo explícito de la emperatriz Cixi y esto ha dado alas a sus puños. Sus artes marciales van a desplegarse, quizá inútilmente, contra las superpotencias del momento. "Los puños rectos y armoniosos" contra la Rusia de los zares y el Japón, contra la superpotencia británica, francesa, etcétera. El arte marcial de siempre contra todo eso. Las superpotencias han sumido a China en el "deshonor o trato desigual", tras dos guerras del opio a mediados del siglo diecinueve. Dos guerras y numerosos tratados o convenciones que han inundado el país de opio, por un lado -como la reina Victoria y la City querían, para compensar su déficit comercial-, y de influencia extranjera, por otro. Unos tratados y convenciones que están desgajando del país las islas de Hong-Kong, Formosa y Sajalín, y regiones de Asia Central y del río Amur, más allá de Manchuria.
Desde sus sociedades secretas (la Sociedad de la Concordia y la Justicia, entre ellas), los bóxers o boxeadores emergen y se rebelan en las ciudades principales y en provincias, desde Shandong a la capital, provocan el acoso o el asalto a las embajadas, los 55 días en Pekín, la muerte de 300 misioneros cristianos y de 30.000 cristianos chinos, los justos pagando por los pecadores. Una columna internacional ha desembarcado cerca de la ciudad de Tianjin y se abre paso desde la costa hasta la liberación de las embajadas. Se sacrifica a los animales de los Jardines Imperiales de Pekín para alimentar a los soldados, cuando llegan. Año 1900. Conclusión de la rebelión bóxer.
En las mesetas de Afganistán el gobierno de los talibanes ha prohibido la producción de opio en el país. Año 2000. Las mesnadas internacionales que viven del tráfico de la mercancía no están dispuestos a que el mayor productor mundial deje los campos yermos. Mueven sus peones, las mesnadas o los que les mandan, y al año siguiente entran los soldados en el país. Año 2001, toma de Afganistán. Y un nuevo reguero de justos por pecadores, esa venganza en culo ajeno, se extiende en Oriente Medio.
jueves, 2 de abril de 2015
Las guerras del opio o el nacimiento de Hong Kong
El HSBC es un banco hongkonés fundado sobre los beneficios sustanciosos y decimonónicos de la adormidera. La adormidera, esa amapola con nombre de sueño. La adormidera, generadora de opios, paraísos instantáneos y libras esterlinas.
El mandamás de Jardine and Co. está introduciendo de contrabando en China todo el opio que industrial y legalmente produce su compañía en La India. Jardine and Co. suministra la sustancia a cinco o seis millones de adictos chinos. No es sencilla cosa enumerar los espectros humanos, que son como una sombra de lo que fueron.
La reina Victoria va a tomar cartas en el asunto. En cuanto acabe su partida de bridge. La reina Victoria ha decidido que los déficit comerciales británicos se solucionan con cañones si hace falta. Inglaterra consume mucho té de China y vende poco en el país de la dinastía Qing. No hay tanta plata para sufragar las numerosísimas bolsitas de té. Y si la hay, nos la ahorramos. Ese déficit se tiene que acabar. A los chinos les pagaremos el té con opio. Y aunque Lin Hse Tsu diga que pretendemos el comercio del veneno, y aunque su emperador o emperatriz haya decretado la ilegalidad del opio desde hace una generación por lo menos, y aunque China sólo tenga el puerto de Cantón abierto al comercio internacional, les diremos a aquellos extremorientales que son unos intransigentes y que están equivocados. Que Jardine and Co. va a hacer legalmente lo que ya hace de contrabando, que el gobierno británico apoya a sus grandes empresas, trafiquen con lo que trafiquen, pues los lobbies están bien alimentados en la cuna de la democracia y siempre lo estarán. Y habremos de formar una coalición internacional que incluya a Rusia y Japón, pasando por Francia, Alemania y los USA; así como nosotros, por supuesto, y creo que Portugal y alguno más. Hágase la coalición e inundemos China de droga. Al instante. Quedan inauguradas las guerras del opio.
viernes, 27 de marzo de 2015
Yemen: Lluvia de drones en el reino de Saba
Ha llegado el primer café a los puertos del Mediterráneo. Llega directo y proveniente del puerto de Moka, en un país llamado Yemen, en la antigua Arabia Felix, desde donde partían las caravanas de camellos cargadas con toneladas de especias. El transporte marítimo ha dejado ya obsoletos a los camellos, que yacen o pastan en el desierto nublado que predomina en el país aquel, donde dicen que nacen ríos en montañas altísimas, pero que no llegan al mar, los ríos citados y secos, debido a la brutalidad con que el calor se produce en aquellas tierras. Un desierto nublado es la consecuencia, pues, de esas evaporaciones del agua dulce y fluvial. Una evaporación de la memoria, igualmente se produce.
El reino de Saba se perdió cuando su reina se perdió a sí misma por los favores de un rey hebreo al que tiraban mucho las hembras y las yeguas, rey mujeriego y aficionado a la montería. Compraba caballos en Egipto, el rey hebreo; y visitaba reinas en Saba. O las reinas le visitaban a él, quién sabe, oh Salomón, con fama de justo y de sabio, que importas las especias exóticas de reinos lejanos. Pero el reino de Saba empezó a irse a pique cuando perdió el monopolio de las especias (devaneos de reinas aparte). Que aquí todo el mundo ama o dice amar el comercio, pero ama más profundamente el monopolio de ese comercio, obtenido manu militari si es posible.
Ahora es el tiempo del comercio del café, proveniente del puerto Moka, queda dicho. Producto embarcado hacia un futuro occidente, con mayúsculas o minúsculas, como queráis.
Yusuf escribió ayer sobre las arenas de una playa del mar Rojo que el café de Moka ayudará a mantener despiertas a laboriosas generaciones que buscarán otros productos en estas tierras, no sólo combustible para sí mismos, sino otros combustibles para sus máquinas. Y que ese oro negro está debajo de los desiertos nublados donde yacen los camellos obsoletos. Y que ese oro negro se conseguirá armando ejércitos a propósito. Y que habrá lluvia de plomo como nunca se ha visto en estas tierras.
Pero Yusuf no sabe que las olas borrarán todo lo que escriba.
viernes, 13 de marzo de 2015
Segunda Guerra Mundial: Ataúdes flotantes sobre el Pacífico. La balada del Musashi
Paul Allen, propietario de una franquicia de baloncesto profesional norteamericano, tiene una compañía de cazatesoros submarinos. Paul Allen diversifica su negocio y ya no sabe dónde invertir el dinero sobrante, un problema que quizá le haya quitado el sueño. Paul Allen es un mecenas de los tiempos modernos en busca del arte antiguo y submarino. Si en el pasado hizo su fortuna descubriendo algoritmos informáticos, cubiertos por un mar de ignorancia humana, demasiado humana, ahora Paul Allen pretende rescatar antiguas fortunas fondeadas en un páramo de rentabilidad cero. La última aventura de Allen ha sido descubrir el Musashi, el mayor acorazado japonés de la Segunda Guerra Mundial, hundido en el archipiélago de las islas Filipinas cuando la guerra ya se había dado la vuelta a favor del poderío naval y sobre todo aéreo de los USA. Si Japón fue a la guerra, según uno de sus generales, para evitar el bloqueo energético de los USA, también perdería la guerra a causa de la falta de combustible para mover toda esa maquinaria industrial. Y es que el Musashi iba equipado con pavorosas bocas de fuego, es decir, con cañones próximos a los 50 cm. de diámetro interno, que es lo que se conoce como calibre del ánima; ánima negra y mortal, naturalmente. El Musashi se pasó más tiempo anclado en puertos de islas intrascendentes, o como mucho, dedicado al transporte de tropas entre esas intrascendencias aisladas, que cumpliendo con el destino para el que fue ideado. Sus bocas de fuego asumieron ese destino en silencio, sin combustible para mover tanto acero sobre los mares.
El Musashi fue hundido por 19 torpedos y alguna artillería adicional. La mitad de su tripulación, compuesta por dos millares largos de hombres de ojos rasgados, pereció en ese ataúd metálico. Entre los fallecidos estaba el comandante, que se negó a abandonar el acorazado... El honor o algo así. Musashi había sido el nombre de un antiguo samurai japonés. Musashi estaba siendo ahora una tumba común y marina para dos millares de ojos rasgados en busca de un horizonte que se cerraba en negro.
Paul Allen ha descubierto esa tumba. Lluvia de canastas sobre honores antiguos.
sábado, 7 de marzo de 2015
Mesopotamian blues
Noé prepara el arca junto a la orilla de algún río de Babilonia. Gisgamesh bostezó ayer, según se dice; y cuando un gigante se aburre, y el bostezo es el instante supremo del aburrimiento, cuando un gigante se aburre mata moscas con el rabo como un vulgar demonio, como uno de esos miles de demonios con los que Lilith se acopló en la orilla de algún desierto, cuando inició su camino de perdición, o cuando ya lo tenía bastante adelantado. Noé construye porque Gilgamesh bosteza (y hay premonición en ese bostezo). Noé tiene visión de futuro. Lilith, mientras tanto, hace como que procrea, llenándose la espalda de arena y no de alacranes, por un milagro de aquéllos. Tres instantes en el largo verano mesopotámico. Noé en su instante laborioso, que es el que permanece y rinde frutos en los instantes siguientes del porvenir. El bostezo y el acoplamiento son como más cortoplacistas, sin embargo. Pero tiene que haber gente para todo, Noé, sé comprensivo, y dale un martillazo más a tu obra de posteridad o salvación.
En Acad construyen zigurats para combatir el tedio del verano. Y aunque levantar esos templos, con esos escalones sobre todo, es asunto plurianual y no es cosa de un verano ni de dos, sirve para matar ese tedio de la historia que fluye como la corriente inmóvil del Éufrates, que es más lento que el Tigris, siempre lo ha sido. Un mar de cereales entre las ciudades-estado, Acad entre ellas, así es como empezó el neolítico en plan civilización. Luego algo de cerámica para guardar el producto, y un poco de pintura para que la cerámica hiciera bonito. Ya no son sólo bisontes de Altamira, hijos incoloros de Lilith, que siempre estáis a lo vuestro, y no hacéis el caso debido a lo inscrito ni a lo pintado en la vasija, sólo pensáis en comer el grano que lo llena. La pintura o el arte, hijos putativos de Lilith, picapedreros del arte antiguo, yihadi-boys de los barrios menos sublimes de Londres o Amberes, que hacéis realidad lo que alguien dijo o dirá en un despacho acristalado de Tel-Aviv: hay que devolver a la región a la Edad de Piedra. Vosotros ponéis la piqueta donde alguien os señaló con el billete verde. Gilgamesh bosteza tras el despacho acristalado.
lunes, 2 de marzo de 2015
El Departamento de Estado admite que Rusia no gana nada con el asesinato de Nemtsov
domingo, 1 de marzo de 2015
01 Nemtsov: Video del asesinato __________________________ 02 La novia ucraniana del opositor ruso _________________________ 04 Préstamos públicos: un negocio arriesgado para los contribuyentes __________________________ 05 Economía austríaca en el Principado de Liechtenstein | 06 Xeros: Un terrorista griego _______________________ 07 ¿Y quién ayuda a los asirios? _______________________ 08 Series de TV: The Wire _______________________ 09 Criptomonedas: Carrera por reemplazar a Bitcoin _______________________ 10 Robo del cuerpo de Chaplin |
sábado, 24 de septiembre de 2011
La privatización de las calles
miércoles, 21 de septiembre de 2011
viernes, 16 de septiembre de 2011
Revolucionarios del mundo: Los Montoneros. Coge la pasta y corre
Dirigentes montoneros confirmaron que una parte del dinero fue derivada hacia Cuba con el fin de ponerla transitoriamente a resguardo, en tanto que el pago final de unos 17 millones de dólares fue cobrado y administrado por el banquero David Graiver, quien tenía sus oficinas en la ciudad de Nueva York y falleció en un dudoso accidente de aviación. En ambos casos hasta el presente ha sido un gran misterio el destino final de buena parte del dinero en efectivo producto del rescate. Las relaciones entre el régimen de Fidel Castro y los Montoneros no siempre eran de mutua afinidad. Por un lado han circulado versiones periodísticas sugiriendo que la fortuna de los Montoneros quedó finalmente incautada y confiscada en Cuba por orden de Castro, pero algunos ex funcionarios cubanos han declarado que todo el dinero proveniente de este mega secuestro les fue entregado a Firmenich, Perdía y Yaguer, algunas veces en forma personal y en efectivo, y otras en graduales y sucesivas remesas al exterior vía complejas triangulaciones financieras a través de bancos de Checoslovaquia y Suiza.
Los mencionados dirigentes montoneros jamás han dado precisiones ni respondido fehacientemente los cuestionamientos en tal sentido, y el destino final de los fondos del rescate se mantiene como un enigma.
Durante el 13 de febrero de 1976 mientras los integrantes de la organización Montonera penetraban por la zona de El Cadillal se produjo un encuentro imprevisto con el Ejército Argentino. Como resultado fueron muertos varios integrantes del “Fuerza de Monte del Ejército Montonero”, entre ellos Juan Carlos Alsogaray, hijo del quien había sido Comandante en Jefe del Ejército Argentino, Teniente General Julio Alzogaray quien, hacía un tiempo, había sufrido un intento de secuestro fallido en la vía pública a manos de Montoneros, donde militaban sus hijos.
http://es.wikipedia.org/wiki/Montoneros
De Archipiélago Gulag
En los primeros días de la guerra, un grupo de marineros nuestros fue arrastrado por el mar hasta la costa sueca. Pasaron la guerra como hombres libres en Suecia, en medio de una abundancia y un confort que nunca habían conocido ni conocerían después. La Unión Soviética retrocedía, avanzaba, atacaba, moría y pasaba hambre, mientras esos canallas llevaban una vida regalada en los muelles neutrales. Finalizada la guerra, Suecia los devolvió. Sin duda, se trataba de traición a la patria, pero la condena no acababa de cuadrar. Los mandaron a casa y luego les endilgaron propaganda antisoviética, por sus cautivadores relatos sobre la libertad y la abundancia en la Suecia capitalista (el grupo de Kadenko).
A este grupo le ocurrió después un caso. En el campo de reclusión ya habían dejado de hablar de Suecia, porque temían que les impusieran por ello una segunda condena. Pero en Suecia, no se sabe cómo, tuvieron noticia de su suerte y se publicaron artículos calumniosos en la prensa. Para entonces los muchachos ya estaban desperdigados por diversos campos, cercanos y lejanos, y de pronto una orden especial los reúne a todos en la prisión Kresty de Leningrado, donde estuvieron cebándolos durante dos meses y dejaron que les creciera el pelo. Más tarde los vistieron con sobria elegancia y ensayaron con ellos lo que debía decir cada uno, advirtiéndoles de que al canalla que se le ocurriera desafinar le darían «nueve gramos» en la nuca. De esta guisa los llevaron a una conferencia de prensa, ante periodistas extranjeros invitados y ante los que conocían bien a todo el grupo de cuando estaba en Suecia. Los antiguos internados se comportaron con desenvoltura, contaron dónde vivían, dónde estudiaban o trabajaban. Indignados por las patrañas burguesas que habían leído recientemente en la prensa occidental (como si en la URSS se vendiera en todos los kioskos), se habían puesto en contacto por carta para reunirse en Leningrado (como si los gastos del viaje no fueran un obstáculo para nadie). Su aspecto fresco y reluciente era la mejor refutación de los infundios de la prensa. Los periodistas, avergonzados, se fueron a redactar sus excusas: una mentalidad occidental era incapaz de explicarse de otra manera los hechos. Y a los causantes de la entrevista los llevaron de inmediato al baño, los raparon, los vistieron con sus harapos de antes y los distribuyeron por los mismos campos de reclusión. Por haber representado dignamente su papel todo lo que consiguieron fue que no les cayera otra condena.
Por otro lado:
Los niños españoles, que fueron evacuados durante la guerra civil española y ya eran adultos después de la segunda guerra mundial. Educados en nuestros internados, todos se aclimataron muy mal a nuestra forma de vida. Muchos se obstinaban en volver a casa. Les imponían también el 7-35, el de los socialmente peligrosos, y, a los más tenaces, el 58-6, espionaje para... Estados Unidos.